En los tiempos bíblicos plagados por las guerras, Noemí y sus nueras, Rut y Orfa, perdieron a sus esposos. Rut, en un acto valeroso de devoción, se comprometió a estar con Noemí, regresar a su tierra y adoptar a su gente y su Dios. Como Rut, sigo mi corazón y hago lo correcto. A pesar de lo que ocurra en lo externo, sé que el orden divino prevalece en mi vida. Me dedico a lo que edifica el mayor bien. Cuando sigo mi corazón, el orden es restablecido aun en medio del aparente caos. El nombre “Rut” significa amor en hebreo, y el amor es el timón del orden. Sigo a mi corazón en todas las circunstancias y permito que el amor guíe el camino.