___ Cuando dejo ir y dejo a Dios actuar, establezco un nuevo comienzo. Si me cuesta salir de mi zona de confort, oro para avivar mi confianza en Dios y en mí.
___ Libero todo aquello que pueda evitar que experimente una nueva vida de gozo y satisfacción. Mientras más dispuesto esté a dejar ir, mayor capacidad tendré para amar. Este día me ofrece una oportunidad bendecida para que el amor de Dios fluya por medio de mí. ¡Estoy listo y preparado para recibir bendiciones abundantes!
___ Suelto todo temor, permitiendo que el amor divino se lleve cada preocupación. Visualizo que mis cargas son eliminadas. Hago espacio para experimentar una vida más serena, satisfactoria y gozosa. ¡Dejo ir y confío plenamente en Dios!
Texto devocional: Amados, ahora somos hijos de Dios.—1 Juan 3:2