___ Si la electricidad falla durante una tormenta, quizás tenga que utilizar una linterna o una vela para iluminar mi camino —substitutos menos eficaces para un poder más potente. Lo mismo es cierto si me siento perdido y dudoso. Quizás batalle por no ver la situación a través de la paz y el poder iluminadores de la presencia de Dios.
___ Vincularme de nuevo con la Luz divina es fácil —lo único que tengo que hacer es pedir. Acudir a mi interior para pasar un momento en oración cambia mi visión de sombría a clara. ¿Qué cambió? Ciertamente, el fluir divino de amor y luz estuvo allí todo el tiempo.
___ Lo que cambió fue que alineé de nuevo mi enfoque con lo Divino. Mientras más me dirijo a la Fuente máxima de luz, más ésta resplandece por medio de mí.
Texto devocional: Y dijo Dios: “¡Que haya luz!” Y hubo luz.—Génesis 1:3