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martes, 27 de diciembre de 2016

EL PERDÓN ME LIBERA.

PERDONAR

Si me siento desconcertado o desvinculado, busco en mi interior para ver qué cambios puedo hacer para suscitar de nuevo la paz mental. A menudo, puedo sanar el sentido de separación al perdonar.
No puedo disfrutar de verdadera libertad a menos que perdone. Perdonar aligera mi carga y me impulsa hacia el logro de mis metas. Perdono a los demás recordando las palabras de Jesús: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Cuando veo cualquier agravio desde esta perspectiva, se me hace mucho más fácil dejar ir el resentimiento.
También me perdono por cualquier cosa que haya hecho o dejado de hacer y que causó dolor a otra persona o a mí. Si cometí un error, lo reconozco y, si es posible, hago enmiendas. El perdón me libera.

Texto devocional:
Los pecados te son perdonados.—Marcos 2:5



Fuente: Silent Unity