La ilusión es la energía que hace que me levante de la cama para saludar al nuevo día. Espero con emoción las actividades que me aguardan hoy, sabiendo que algo maravilloso está a punto de suceder. La ilusión activa mi emoción, y funciona como un imán que atrae gozo. Cuando comparto mi ilusión y alegría con los demás, ellos también se llenan de energía. El gozo que sentimos se multiplica. Espero con emoción tener oportunidades para ayudar a mis familiares y amigos y expresar más el amor de Dios en mi vida. Hoy me enfoco en las cosas positivas que trae el día y en profundizar mi conocimiento de Dios. Acojo cada momento con emoción.
Texto devocional: Observen cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan, y aun así ni el mismo Salomón … se vistió como uno de ellos.—Mateo 6:28-29