Cada persona con quien me encuentro, cada acontecimiento del cual formo parte, tiene un propósito en mi vida. Puede que no esté consciente de ello inmediatamente, pero puedo estar seguro de que la razón será revelada en el momento correcto. Lo que parece un encuentro casual hoy, puede cambiar mi vida en el futuro. Tal vez yo sea una cita divina para otra persona. Puede que haya sonreído o ayudado a una persona justo en el momento en el que ella necesitaba un gesto amable. Quizás le abrí la puerta a alguien que tenía las manos llenas exactamente en el momento en que se le iba a caer algo de lo que llevaba. Estoy receptivo y listo para experimentar mis citas divinas
Texto devocional: Se encontrarán la misericordia y la verdad, se besarán la justicia y la paz.—Salmo 85:10