Cuando la gente se une en oración, cosas maravillosas suceden. La conciencia colectiva abre las compuertas de la energía positiva. Hoy enfoco mis pensamientos y oraciones en la salud y el bienestar de todos. Visualizo un mundo donde todas las personas viven en una conciencia de potencial divino y donde se cosechan las recompensas de una vida saludable. Visualizo que hay agua y alimentos para todos, cuidado médico y tratamiento para quienes lo necesitan, y educación para que las personas tengan vidas significativas y productivas. Visualizo que la vida divina renueva a cada persona. Los corazones unidos en oración, crean una poderosa energía sanadora. La vida divina obra activamente, renovando y revitalizando.
Texto devocional: Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.—Mateo 18:20
