Un relato popular cuenta que un maestro espiritual le sirvió té a un alumno hasta que la taza se rebosó. El alumno alarmado exclamó: “¡La taza está llena, no hay espacio para más!” Entonces, el maestro dejó de servir y dijo: “Antes de que estés dispuesto a aprender, debes vaciar tu taza”. Cuando mi mente está llena de ideas y creencias preconcebidas, no hay espacio para la Verdad. Para expresar aquello para lo cual Dios me creó, debo recordar mantener mi corazón y mente abiertos. Avanzo hacia una nueva manera de ser manteniendo mi curiosidad y permitiendo que la sabiduría divina me instruya. Siento gratitud por todo lo que Dios me enseña. ¡Estoy dispuesto y listo para aprender!
Texto devocional: Guarda en tu corazón mis mandamientos. Ellos prolongarán los años de tu vida y te traerán abundante paz.—Proverbios 3:1-2