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sábado, 16 de julio de 2016

EL ESPÍRITU SANTO ME CONSUELA Y ME OFRECE DESCANSO.

Consuelo


Ponerme una prenda de vestir preferida, tomar una bebida helada en un día caluroso, conversar con un ser querido; éstos momentos fomentan mi bienestar físico y emocional. Si me siento estresado, descorazonado o solo, tal vez busque consuelo en la compañía de otros. Mas la verdadera serenidad surge cuando tengo presente que soy uno con Dios —que el espíritu viviente del amor divino mora en mí.
En cualquier momento y lugar, puedo acudir a mi interior y conectarme con el Espíritu. Allí encuentro paz, descanso y compañía.
El Espíritu divino me consuela, tal como lo hace un amigo querido y confiable. Encuentro fortaleza y valor cuando descanso en la amorosa presencia de Dios.

Texto devocional:
Dios mío, ¡tú eres mi Dios! Yo te buscaré de madrugada. Mi alma desfallece de sed por ti; mi ser entero te busca con ansias.—Salmo 63:1