Cuando leo o escucho acerca de los disturbios en el mundo, tal vez me pregunte ¿qué puedo hacer? Entonces, comienzo el proceso de paz honrando la naturaleza divina de cada ser. Oro por quienes enfrentan tribulaciones. Envío oraciones de guía a los líderes mundiales. Visualizo paz entre los países y entre las personas. Para promover la paz comienzo conmigo mismo. Me conecto fervorosamente con el Espíritu. Y este vínculo sagrado me permite demostrar paz en el trabajo, en mi familia y con todos mis conocidos. Cuandoquiera que sienta preocupación, frustración o ansiedad, recuerdo honrar la naturaleza divina de cada ser. Hacer esto fomenta la paz en mí y a mi alrededor.
Texto devocional: La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.—Juan 14:27