Comienzo cada día con el pensamiento: Dios me ama. Estas palabras tienen gran sentido y poder. Su significado imbuye con energía mis pensamientos según me gozo en la relación personal y profunda que tengo con mi Creador. No tengo que ganarme el amor divino; es mío por que he sido creado por el Amor mismo. Dios me ama y es la fuente de todo lo que pueda necesitar. Soy protegido y guiado a través de toda situación difícil. La vida divina me sana y renueva en alma, mente y cuerpo. No hay herida ni enfermedad que esté más allá del poder sanador de Dios. Ninguna oscuridad es más grande que la luz pura del Amor. El amor divino me bendice y lo es todo en mi vida. Tengo fe en el plan perfecto de Dios para mí.
Texto devocional: No tengan miedo, porque su Padre ha decidido darles el reino.—Lucas 12:32