Bien sea que me preocupe por un familiar o por otra de las creaciones de Dios, oro por ellos. Afirmo que son saludables y plenos y visualizo que sus vidas gozan de felicidad y éxito. “Bien amado, siempre estás en mis pensamientos y oraciones. Dios te ama hoy y en todo momento, manteniéndote en un abrazo amoroso y protegiéndote a cada paso que das. “Eres capaz de lograr sueños más allá de lo que has podido imaginar posible, y estoy aquí para apoyarte en todos tus esfuerzos. “Te amo incondicional e infinitamente. Sé, sin duda alguna, que Dios guía tu camino. Doy gracias por la bendición de tenerte en mi vida y por poder orar por ti”.
Texto devocional: Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones siempre ruego con gozo por todos ustedes.—Filipenses 1:3-4