Martin Luther una vez dijo que tener fe es como apostar con la seguridad de que Dios desea darte Su bien. Cada vez que decido mantener mi actitud positiva, estoy en realidad orando. Cuando elevo mi corazón con alegría, promuevo los mejores resultados posibles para mi vida. Cuando añado gozo a mi fe, mis oraciones son contestadas. ¿Qué puedo hacer en este momento para elevar mi espíritu? Infundo mi naturaleza jovial con un sentimiento de optimismo. Comienzo por confiar en que todas las cosas obran juntas para bien —en mi vida y en la vida de todos mis seres queridos. Mi corazón gozoso fomenta la energía que hace posible que mis oraciones sean contestadas.
Texto devocional:Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no tengo miedo.—Salmo 56:4