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lunes, 18 de julio de 2016

RECONOZCO LA PRESENCIA DE DIOS COMO PAZ, AMOR Y GUÍA.

Conciencia divina

Experimento momentos de paz y gozo cuando estoy consciente del Espíritu divino. Al despertar, hago una pausa para dar gracias por este nuevo día y por las oportunidades que trae consigo. Durante las horas siguientes, tomo tiempo para conectarme de nuevo con el Espíritu y sentir la paz que proviene de la conciencia divina.


Si lucho con una situación o decisión difícil, dejo ir. Simplemente me detengo por un momento. Al hacerlo, paso del esforzarme a creer, sabiendo que las respuestas vendrán. Doy gracias por adelantado. Espero. Escucho. Recibo. A la larga, me acostumbro a hacer de mi vida una oración y a permanecer en un estado de gratitud y conciencia de lo Divino.

Texto devocional:
Jesús le dijo: “Tomás, has creído porque me has visto. Bienaventurados los que no vieron y creyeron”.—Juan 20:29