Mis logros quizás no sean iguales a la idea de éxito de otra persona. Sin embargo, los pasos que damos hacia el logro de nuestras metas pueden ser similares. Mi éxito comienza con fe —en Dios y en mí. Tengo fe en que estoy siendo guiado de manera divina por el camino correcto hacia mis objetivos, sueños y aspiraciones. Cada experiencia me brinda una nueva comprensión de lo que significa tener éxito en la vida. El verdadero éxito es medido por el gozo y la satisfacción que experimento al hacer lo que me gusta. Doy gracias por esta comprensión y por las bendiciones de Dios que vienen a mí. Cada logro es parte del plan de Dios para mi vida, y existen muchos más en camino. ¡El éxito es mío!
Texto devocional: Y esto le pido en oración: que el amor de ustedes abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento.—Filipenses 1:9