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jueves, 23 de junio de 2016

ABRO MI MENTE Y CORAZÓN A LA GRACIA ILIMITADA DEL ESPÍRITU.

Gracia


La gracia divina está presente aquí y ahora. Mas primero debo estar dispuesto a abrir mi mente y corazón en el Silencio para recibir el tesoro completo de las bendiciones ilimitadas de Dios.
Si he estado albergando juicios negativos, los dejo ir ahora. Si he estado teniendo pensamientos de escasez y limitación, los suelto ahora. Si he dudado de mí mismo o he sentido lástima de mí, hago todo esto a un lado.
La gracia divina no es algo que he de ganar. Ni es un poder externo. Más bien, es la expresión natural del Espíritu Santo que mora en mí. Al descartar de mi conciencia aquello que no está alineado con la Verdad, la gracia bendice mi mente, corazón y cuerpo, y proporciona todo tipo de bien a toda área de mi vida.

Texto devocional:
Que la gracia sea con todos ustedes. Amén.—Hebreos 13:25