En mi búsqueda por llevar una vida plena, puede que haya buscado satisfacción de diferentes fuentes. Personas, lugares o cosas pueden proporcionar satisfacción temporalmente, mas mi corazón anhela algo mayor. El poeta persa Rumi escribió: “Beban de la presencia de los santos, y no de otras jarras”. En mi camino personal, aprendo a beber de la presencia de Dios y entreno mi mente para que permanezca enfocada en el camino divino. A través del día, hago una pausa para vaciar mi mente del estrés e invitar al Espíritu a que llene mi corazón. Al profundizar esta práctica, encuentro la satisfacción que me ofrece la paz interna en la quietud de mi alma. Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna.—Juan 4:14