La ley espiritual del dar y recibir proporciona bendiciones abundantes. En mi tiempo sagrado de oración, el Espíritu me revela las maneras en que puedo servir. La ley es muy sencilla: si deseo disfrutar de más amor en mi vida, doy amor. Si lo que busco es paz, ofrezco paz. La maestra espiritual Florence Scovel Shinn dijo que compartir y dar abre el camino para recibir. Recuerdo estas palabras de Verdad y sé que dar y recibir son lados diferentes de la misma moneda. El Espíritu abre mi mente y corazón tanto para dar como para recibir. Recibo con gratitud las bendiciones. Un intercambio dinámico tiene lugar cuando permito que otros compartan conmigo. Soy bendecido abundantemente cuando participo en el fluir de energía del Universo.
Texto devocional: Den, y se les dará.—Lucas 6:38