Charles Fillmore definió un pacificador como “alguien que tiene la habilidad de decir ‘paz’ a las olas turbulentas de pensamiento y hacer que le obedezcan… quien torna en paz y armonía todo pensamiento de conflicto, ira y represalias en su propia mente”. Todos tenemos el potencial de ser pacificadores —de vivir como creaciones de Dios. Vivir a la altura de nuestro potencial es parte del trabajo que hemos de hacer en nuestras vidas. Visualizo que todos somos ciudadanos de paz. Me comprometo a ser un pacificador. Si experimento conflicto o ira, determino la causa y doy los pasos necesarios para promover la resolución. Contribuyo a la paz mundial viviendo pacíficamente y reconociendo que todos podemos promover la paz. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.—Mateo 5:9