ESTOY SEGURO EN LA PRESENCIA PROTECTORA DEL AMOR DIVINO.
Comienzo mi día en oración callada, dando gracias por la presencia divina siempre conmigo. Dios es la luz en mi camino. Si surge una situación que me hace sentir temor o me perturba, confío en la sabiduría de Dios en mí para que me guíe. Mantengo a mis seres queridos envueltos en mis pensamientos por paz y protección. ¡Gracias, Dios, por Tu presencia de amor en nuestras vidas. Contigo todo está bien en nuestro mundo!
Texto devocional:
A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.—Mateo 7:24