Pierre Teihard de Chardin dijo: “El gozo es una señal infalible de la presencia de Dios”. La mayoría de los días siento la presencia de Dios como una felicidad que surge de mi interior. En momentos difíciles puede parecer que la ilusión del descontento me roba la dicha. Mas recuerdo que cualquier confusión es temporal, porque nada es más fuerte que la presencia eterna y sagrada del Espíritu. La verdad es que el gozo es mi estado natural; siempre en mi corazón y listo para ser expresado. Expresar gozo me fortalece y alienta. La vida es para celebrarla, así que determino irradiar la luz de la felicidad divina dondequiera que vaya. Cuando expreso gozo, demuestro mi herencia divina. El amor de Dios llena mi corazón hasta rebosar. ¡YO SOY gozo! ¡YO SOY vida! ¡YO SOY amor!
Texto devocional: El gozo del Señor es nuestra fuerza.—Nehemías 8:10
