En teoría, si una barrera transparente es colocada en un acuario, al principio el pez tratará de nadar a través de ella, mas a la larga desistirá. Luego, aunque la barrera sea eliminada, el pez permanece confinado —como si el obstáculo todavía existiera. Si mis hábitos o los obstáculos que percibo me limitan, recuerdo que soy libre para llevar una vida plena y significativa. Si el miedo me confina o si me he acostumbrado a que otros me digan “No”, afirmo: Soy libre para llevar una vida plena y significativa. Tengo dones y talentos únicos que compartir, ideas que explorar y sueños que lograr. Me acepto como una creación de Dios con potencial y libertad para dar expresión a lo mejor de mí.
Texto devocional: Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.—Gálatas 5:1