Si siento que debo esperar hasta que las cosas sean de cierta manera para avanzar, quizás deje pasar oportunidades maravillosas. Ahora mismo, me permito ser elevado hacia nuevas posibilidades. Las flores en mi jardín saben cómo crecer. El sol sabe cuándo debe salir y cuando ocultarse. El viento sopla sin pensamiento consciente. Y cuando sea el momento correcto para nuevas oportunidades en mi vida, sé que el camino será revelado. Jesús nos dijo que ni los lirios ni las aves se preocupan, sin embargo sus necesidades son satisfechas. Ahora mismo sé que recibo mi provisión, aun cuando las circunstancias externas no parezcan demostrarlo. Con Dios, cada momento es el perfecto y cada día guarda una oportunidad para mí.
Texto devocional: El lugar donde ahora estás es tierra santa.—Éxodo 3:5
