Para compartir en tus Redes Sociales, click aquí:

jueves, 4 de agosto de 2016

MI CORAZÓN ESTÁ RECEPTIVO AL FLUIR DE LA VIDA.


En un día claro la superficie del océano sólo nos muestra un destello de la actividad debajo de ella. Bajo el agua, existe un sinfín de expresiones de vida. Tal como las profundidades del océano, mi corazón está lleno de innumerables energías: amor, compasión y mucho más.
Mi corazón también permanece receptivo a las nuevas experiencias que son parte de la marea de la vida. Con un corazón receptivo, permito que cada experiencia fluya según su ritmo. Luego, así como la marea sube y se retira al compás de la luna, siento que la atracción del amor de Dios me invita a ir a mi interior para bendecirme y luego fluir de mí para bendecir a los demás. Bien sea que dé o reciba, mi corazón está receptivo al fluir de la vida.

Texto devocional:
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.—Mateo 5:8